La tumbona y el gin tónic

 

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Unos dicen que la suerte la encuentras, sólo si la buscas. Que hay que trabajarla con tesón para que llegue. Otros piensan que invocando al Universo y pensando en ella, seguro que al final, éste te escucha y acaba cumpliéndose aquello que deseas. Luego están los que piensan que nunca nada les va bien. Que todo lo suyo es lo peor, no valoran lo que tienen, lo que consiguen. Solo piensan en lo desgraciados que son y se recrean. Además, proyectan a su alrededor esa tristeza y desánimo. Quieren que todo su entorno sea partícipe de tanta desdicha.

Os propongo un ejercicio para estos días de vacaciones de verano. Cuando estéis relajados y tranquilos, sentados en la tumbona de la piscina o debajo de la palmera en la playa, os tomáis un gin tónic y cogéis papel y boli. Os recomiendo escribir qué cosas queréis cambiar de vuestra vida. Siendo honestos y sinceros. Y luego, pensáis qué vais a hacer para cambiarlas. Un consejo: quién mucho abarca, poco aprieta. Mejor un par de retos “conseguibles” que una lista de deseos imposibles. Así no os frustraréis si no lo conseguís, y saborear el éxito de los beneficios obtenidos será más gratificante.

¿Por qué digo lo de “qué vais a hacer” para cambiarlas?. Porque esta semana ya he coincidido con tres personas de mi entorno personal que no están satisfechas con su vida. Sin embargo, cada vez que hablo con ellas, solo me repiten el mismo discurso, destructivo y desolador. Siempre les digo que no avanzan, solo miran atrás, y no hacia delante. Creo que es muy lícito pensar así, pero el desánimo solo llama al desánimo. Todos necesitamos nuestros tiempos para asumir y digerir lo que nos ocurre, pero instalarse en verlo todo de color negro tiene el peligro de que al final estemos más que confortables en ese agujero.

Para conseguir cambiar, hay que querer cambiar. Y una vez nos propongamos, de verdad, cambiar lo que no nos gusta de nuestra vida, hay que decidir qué compromisos asumimos para lograrlo. Ejemplos: bailar salsa un día a la semana, hacer kaiak los domingos por la mañana, cenar con las amigas todos los miércoles.

Por cierto, esta receta también vale con otra bebida rica muy fría, si no os gusta el gin tónic. ¡Feliz semana!

Publicado por

Cristina Alegret - la sonrisa es el lenguaje del alma

Creo firmemente en las relaciones personales de verdad. Creo que los amigos, los buenos amigos, son incluso de la familia. Creo en la familia por encima de todo. Creo en la nobleza, en la ética, en la integridad, en la perseverancia y en la humildad. Creo que cultivando la virtud de la alegría, la paciencia, la serenidad, la escucha activa, la entrega a los demás, se llega lejos...se consigue todo. Creo que siempre tenemos que ponernos en los "zapatos" de los demás, antes de opinar. Creo que las cosas siempre pasan por algo y que tenemos que ser nosotros los protagonistas de nuestra vida, de nuestras decisiones...sería injusto hacer responsables a otros, ¿no creéis?.

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