Mi Navidad

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Hace unos días, mi abuelita me pidió que en su nombre, dijera unas palabras acerca de lo que podía implicar para mi, la Navidad. Y desde ese día, pienso en qué cuento a mi familia, que todos estos años no nos haya dicho ella. Qué enseñanza puedo aportar de cómo podemos tener una vida con más sentido, más allá del dinero y el trabajo, y valorar lo que supone para nosotros, celebrar la navidad.

Y la verdad es que a varias personas de mi familia, durante el año los veo poco o prácticamente nada. En actos familiares ocasionales en los que solemos hablar y “hacer familia” si coincidimos en la mesa o cerca. Pero sino, cada uno hace su vida (lo cuál es lógico y normal, por otro lado) y como los días pasan rápido, no queda tiempo para compartir y demostrarnos que nos queremos. Me faltan esas llamadas o mensajes para ver cómo estamos y si necesitamos algo, porque por eso somos familia, ¿no?.

Pero como os digo, los días pasan rápido y justo en estas fechas, me ha llegado una foto de whassapp que me decía: “¿qué harías si te quedara solo un año de vida?. ¿qué cosas incorporarías a tu vida y qué cosas dejarías de hacer?”.

Y si no lo pienso mucho, se me ocurren deseos como viajar o conocer a alguno de mis ídolos. Pensándolo un poco más, si tuviera la oportunidad de haber podido elegir, dejaría de trabajar para vivir más mi vida, pero también mantendría abierto un despacho de abogados, para llevar solo los casos que me gustaran. Pero cómo esa decisión, ya la han tomado por mi, pienso que si solo me quedara un año de vida, cada día pensaría en cómo aprovecho el tiempo al máximo, para que ningún día sea un día perdido.

Una persona, a la que quería mucho, me dijo la última vez que la vi: ”la vida pasa demasiado rápido”. Esa frase martillea a menudo en mi cabeza y siempre he procurado que esas palabras sean para mi una enseñanza de vida. Hay unos versos de un poema del gran escritor Gabriel García Márquez, que quizás reflejan lo que intento expresar:

«Si supiera que esta fuera la última vez que te viera salir por la puerta, te daría una abrazo, un beso y te llamaría de nuevo para darte más. 

Si supiera que estos son los últimos minutos que te veo, diría «te quiero» y no asumiría tontamente, que ya lo sabes. Siempre hay un mañana y la vida nos da otra oportunidad para hacer bien las cosas, pero por si me equivoco y hoy es todo lo que me queda, me gustaría decirte cuanto te quiero.»

Yo no soy nadie para enseñar nada. Solo me gustaría que, por un momento, vierais la navidad como quiero verla yo. Para mi, la navidad no es una carrera de comidas y cenas, regalos y fiestas. La navidad es el momento de parar y pensar en cómo hacemos felices a los nuestros, en reflexionar si les demostramos que les queremos y en valorar todo lo bueno que tenemos.

Porque no siempre estaremos a tiempo de volver, no siempre tendremos otra oportunidad de hacer bien las cosas.

Publicado por

Cristina Alegret - la sonrisa es el lenguaje del alma

Creo firmemente en las relaciones personales de verdad. Creo que los amigos, los buenos amigos, son incluso de la familia. Creo en la familia por encima de todo. Creo en la nobleza, en la ética, en la integridad, en la perseverancia y en la humildad. Creo que cultivando la virtud de la alegría, la paciencia, la serenidad, la escucha activa, la entrega a los demás, se llega lejos...se consigue todo. Creo que siempre tenemos que ponernos en los "zapatos" de los demás, antes de opinar. Creo que las cosas siempre pasan por algo y que tenemos que ser nosotros los protagonistas de nuestra vida, de nuestras decisiones...sería injusto hacer responsables a otros, ¿no creéis?.

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